14 dic 2011

Tanatología: ¿Cómo explicarle la muerte a los niños?


¿Cómo hablar de la muerte con los niños?, ¿Cómo le explico esto?, ¿Qué es morirse?
Estas son algunas interrogantes que se hacen las personas que no saben como explicarle a un menor el "trágico" suceso de la muerte.
Y es algo que todos nos preguntamos y que a veces no sabemos ni que pensar, entonces ¿cómo explicarle a un niño algo que ni nosotros mismos tenemos claro?

Al rededor de los 4 años de edad, muchos niños se interesaran en saber que es lo que pasa con las personas cuando "dejan de vivir", y entonces le preguntaran a sus padres ¿qué es la muerte?.
Este es un tema delicado y hay que elegir bien las palabras que utilizaremos para no afectar a los niños.

Mas allá de las creencias religiosas que cada familia desee transmitir, hay verdades compartidas por todos, que no pueden dejar de decirse, pero ¿qué necesitan saber los niños acerca de la muerte?

Los niños generalmente hacen preguntas a las que no desean una amplia explicación, por eso se deben dar respuestas breves sin ahondar mucho en el tema, a menos que el menor insista en saber mas.

 Morir es terminar de vivir, así de sencillo

Las explicaciones como, "se fue", "esta en el cielo", "lo perdimos" o "desapareció" no son tranquilizantes si no se explica que de lo que se trata es del fin de una vida.


¿Tu te vas a morir? ¿y yo? ¿Cuándo?

No debemos engañarles diciendo "cuando seamos viejitos". Sabemos que no siempre es así: mueren bebes, niños, jóvenes, adultos y viejos. Morimos cuando se nos acaba la vida y todo lo que nace, muere.

Hasta aproximadamente los 6 años de edad, los niños no se angustiaran con el tema de la muerte y solo hará preguntas por curiosidad.

¿Qué queda de los muertos?

Algunos hablarán del alma (cuidemos las expresiones a fin de que el niño no la busque en un lugar físico y concreto, temiendo su aparición en forma de fantasmas o entes).

Otra manera de responder (y mas recomendada) es diciéndoles que quedan las fotos, los recuerdos, todo lo que nosotros y aquellos que lo conocieron comentamos de él, quedan las imágenes que tenemos de los momentos compartidos junto a él y queda la marca que dejó en nuestras vidas.

Al hablar de la muerte con los menores siempre hay que ser muy cuidadoso de no generar algún miedo o un trauma, siempre hablar con la verdad, y no hacerles creer en fantasías que algún día verán que no son ciertas y crecerán con un rencor hacia quien se las dijo.

Por último, muchas familias tienen por costumbre, que cuando muere un familiar muy cercano se despiden de el en su ataúd, dedicándole algunas palabras o inclusive con un beso. No se les debe obligar a los menores a ver dentro del ataúd ya que esto podría ocasionar un trauma muy grande y dejarles un muy mal recuerdo de aquella persona.
  



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