18 mar 2013

Días...

Es de repente cierto viento y cierto sol el que me recuerda a ti, figura de ambivalencia pasajera, eres tú, eres yo, pero también es él. 
Es cierto momento de rabia el que me recuerda que no sé cómo llegué aquí, tan lejos de todo, tan lejos de tí. Es un silencio largo y una ventisca la que me hace cerrar los ojos y suspirar, es un cielo azul el que revive todo lo que vivimos, porque ese mismo cielo nos vio ir y venir, correr y andar.

Fuimos quienes descubrieron los paisajes, las montañas, los árboles, playas y ríos,  caminos donde terminaba un mundo y comenzaba el nuestro. Todo lleno de colores, verde, azul  gris, días de lluvia, de trova, y de viento soplando en nuestras caras, eran guitarras doradas que vibraban en lo alto de una pirámide,  eran caras serias, pensativas, filosofía y serenidad, era lo bueno de ser los malos, la sorpresa del descubrimiento de nuevas personalidades; y es ahora, muchos kilómetros y años de distancia que aprecio cada manantial en el que bebimos y cada fruta que cortamos, y lo añoro, ese sol quemante que iluminaba un camino de tierra, de piedras y de pasto, las tantas historias que podemos contar gracias a lo mucho que vivimos, y lo que nos falta vivir.


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