29 sept 2011

Tanatoconciencia natural

Hay ciertos ocasos que uno extraña, hay ciertas palabras que uno ya no pronuncia y por tanto, sonrisas que uno ya no ve, ni recuerda, ni extraña. Hay días fríos que calman los nervios pero hay soles que agotan y matan.

Como ya no camino mas, el tiempo ha dejado de pasar, el viento se detuvo un día en mi ventana y desde entonces dejé de verlo ir y venir travieso y animador en mi corredor.
Cielo que dejó de llover, un mundo colapsado en cuatro paredes, nada por que vivir, un mundo colapsado triste sin memoria, sin pasado, sin futuro.

Y estos días vendrán y regresaran por el dolor que provoca quedarse, por la angustia que provoca irse, por instantes repetitivos y obsoletos, tesoros enterrados en preguntas ambiguas que requieren respuestas malintencionadas.

Todo sin contraste, sin comparación, evidenciando la carencia de mentalidades, el autofagismo entregado en bandeja de plata a carroñeros putrefactos excitados por el consumo desesperado de tóxicos hilarantes, por la catástrofe reciclada de un universo vacio, solo y en decadencia...





No hay comentarios:

Publicar un comentario