La forma en cómo relaciono estas dos cosas no es tan obvia como pareciera. Viene de una historia complicada.
Fue
algo que dijo el doctor Manzanera lo que me hizo reflexionar. "Los
criminologos debemos ser rebeldes" y así comenzó a explicarnos una parte
muy importante de nuestra actividad profesional. Entonces recordé que
siempre en mi afán por buscar la mejoria del país, de las sociedades, de
los individuos, me he catalogado como un neo-revolucionario rebelde.Las personalidades más fuertes en mi, lo gótico, lo político, lo ateo y lo criminólogo se entrelazan para formar un solo objetivo, la recuperación de un país rico en recursos, en cultura y en tradiciones. Es el lado gótico lo que le da fuerza a la inconformidad, lo político lo que debo saber para lograr un cambio, lo ateo lo que me dará fe en mí mismo para seguir adelante y lo criminologo lo que va a sustentar cientificamente cada paso que dé.
Lo intentaré pero no aseguro que sea pacifico...
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