24 jun 2013

Normalidad

Pobre humanidad...

Mi pensamiento más recurrente esta tarde fue: "No merezco más de lo que tengo". 
Había comentado hace mucho que quién no espera nada de la vida, nunca sufrirá una decepción. Y yo, yo ya esperaba algo, un sentimiento malsano y humano había infectado mis perfectos pensamientos individualistas funcionales. Por suerte, el destino siempre me ha ofrecido sorpresas non gratas. 
Esta tarde vi que mi vida es exactamente como lo había predicho sin planearlo. Soy muy bueno para deducir cosas, muchas variables cambiaron, por ejemplo, no me veo como quisiera verme, pero sí soy lo que quería ser, hago lo que quería hacer y carezco de lo que sabía que no iba a tener...



No hay comentarios:

Publicar un comentario